Organizar el vestidor puede parecer una tarea abrumadora, pero si sigues un plan estructurado, el resultado será un espacio funcional y estético. Una organización eficiente no solo te ahorra tiempo, sino que también te ayuda a redescubrir prendas que habías olvidado.


 

Paso 1: Vaciado y limpieza profunda

 

El primer paso es el más importante: vacía por completo el vestidor. Saca toda la ropa, zapatos y accesorios. Este es el momento perfecto para limpiar a fondo el espacio: aspira, limpia el polvo de estantes y cajones, y frota cualquier superficie que lo necesite.


 

Paso 2: Clasificación y descarte (la regla de las 3 montones)

 

Una vez que tengas todo fuera, es hora de ser brutalmente honesto. Crea tres montones para clasificar cada prenda:

  • Mantener: Ropa que usas con frecuencia, que te queda bien y te hace sentir bien.
  • Donar/Vender: Prendas que están en buen estado pero que ya no usas, que no te quedan o que no encajan con tu estilo de vida. Piensa en tiendas de segunda mano, mercadillos o donaciones a organizaciones benéficas.
  • Tirar/Reciclar: Ropa vieja, desgastada, con agujeros, manchas o que ya no sirve. Deséchala de manera responsable o llévala a puntos de reciclaje textil.

 

Paso 3: Categorización y organización lógica

 

Una vez que te quedes solo con lo que realmente quieres, es momento de organizar por categorías. La clave es agrupar la ropa de manera que tenga sentido para ti. Aquí te damos algunas ideas:

  • Por tipo de prenda: Agrupa pantalones, camisas, faldas, vestidos, camisetas, etc. Esto facilita encontrar lo que buscas.
  • Por color: Si te gusta un vestidor visualmente armonioso, puedes organizar cada categoría de ropa por colores, creando un efecto arcoíris.
  • Por temporada: Guarda la ropa de temporada (abrigos de invierno, trajes de baño) en cajas o en zonas menos accesibles durante los meses que no la uses.
  • Por frecuencia de uso: Coloca la ropa que usas a diario (como la del trabajo) en la parte frontal y la de ocasiones especiales en la parte posterior.

 

Paso 4: Maximizar el espacio con soluciones de almacenamiento

 

Utiliza el espacio de tu vestidor de forma inteligente. No te limites a las perchas.

  • Cajones y estantes: Usa divisores de cajones para organizar ropa interior, calcetines y ropa de deporte. Dobla la ropa de forma vertical (como lo hace Marie Kondo) para que todo sea visible.
  • Cajas y cestos: Son perfectos para guardar accesorios, cinturones, pañuelos o ropa de temporada. Las cajas transparentes o con etiquetas te ayudarán a saber qué hay dentro.
  • Perchas uniformes: Usar el mismo tipo de perchas (de terciopelo, por ejemplo) no solo ahorra espacio, sino que también crea una apariencia más ordenada y elegante. Cuelga prendas delicadas como blusas y vestidos.
  • Soluciones verticales: Aprovecha el espacio vertical con estanterías altas, ganchos en la puerta para colgar bolsos o bufandas, y organizadores de zapatos colgantes.

 

Paso 5: Mantenimiento regular

 

La organización no es un evento único, sino un hábito. Dedica unos minutos cada semana para colocar la ropa en su lugar y mantén la regla de «un objeto que entra, otro que sale». Si compras una prenda nueva, considera donar o tirar una vieja para evitar que el desorden regrese.

Al seguir estos pasos, no solo tendrás un vestidor ordenado, sino que también simplificarás tu rutina diaria y disfrutarás más de tu ropa.

Megiás interiores / Ref: 25-8-15

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